miércoles, 20 de noviembre de 2013

Doris Lessing (1919-2013)

Texto de Ángel Villarías Robles.

Llegaba cargada con la compra del día a su casa de Londres, cuando los periodistas la abordaron para comunicarle la concesión del Premio Nobel. “No me importa nada”, contestó.

De carácter afable, y sin ninguna vanagloria o presunción, esta reacción la define y se refleja en una obra que huye de la notoriedad y busca el anonimato de una vida dedicada a encontrar respuestas que eviten el sufrimiento de los más débiles.

Comprometida con su tiempo, la lectura de sus libros fortalece nuestra resistencia ante las injusticias.

Doris May Tyler (22/10/1919) nacida en Persia/Irán, vivió su infancia y juventud en Rhodesia/Zimbabwe (Cuentos africanos) donde denunció los abusos del dictador Mugabe. Consciente de que el error forma parte de nuestra evolución y perfeccionamiento, entendió que la solución pasa por la formación del individuo y dedicó todos sus esfuerzos en conseguir fondos para las escuelas (Risa Africana).

Con 150 libras, un hijo de corta edad, dos matrimonios fallidos y su primera novela manuscrita bajo el brazo (La hierba canta) llegó a Londres, donde inició su carrera literaria. (Made in England).

El cuaderno dorado (de las ilusiones perdidas) considerada su mejor novela, la reconoció definitivamente en 1962. No declarada feminista, incluso crítica con el movimiento, lo cierto es que ayudó a la liberación de la mujer.

En la década de los 50 su casa fue centro de un movimiento de contestación conocido como los “Angry Young Men”. Escritores que impulsaron, con su actitud, la cultura británica.
Se inventó una vida literaria para sus padres (Alfred y Emily), liberándoles de su experiencia sufrida en la Primera Guerra Mundial.

Incansable defensora, a lo largo de su vida, de causas humanitarias, no dejó de protestar todo tipo de tropelías: Apartheid, Guerra de Vietnam, 11-S, George W. Bush…

A gritos os pedimos ayuda, pero El viento se llevará nuestras palabras porque el mundo permaneció indiferente ante la barbarie en Afganistán. “Uno de cada tres afganos, está muerto, en el exilio o en un campo de refugiados”, denunció en este libro de 1986.

Espero que sus libros iluminen y mejoren tu vida. Sin duda, te ayudarán a cruzar la calle.

Solía caminar por la sombra
paseando mi tristeza.
Ahora este caminante
ha cruzado al otro lado
soleado de la calle.
(Saphiro, Bernstein & Co.)

Puedes encontrarlos en la Biblioteca, está muy bien surtida:


Título Signatura
Canta la hierba N LES can
Cuentos africanos N LES cue
La buena terrorista N LES bue
Love again ING LES
Risa africana N LES ris
Historia del general Dann y de la hija de Mara   N LES his
Diario de una buena vecina      N LES dia
La grieta      N LES gri
Alfred y Emily N LES alf
Las abuelas      N LES abu
Made in England      N LES mad
Mara y Dann      N LES mar
El quinto hijo      N LES qui
El sueño más dulce      N LES sue
Las mejores historias sobre gatos      N MEJ

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